Álbum: El mundo encima

Autor: Alberto Ballesteros

Año: 2015

Alberto Ballesteros ha publicado estos días, a través de una campaña de crowdfunding, el disco El mundo encima. Si acaso el cantautor madrileño ha sentido tener el planeta encima suyo, entonces ha debido de pensar lo mismo que Arquímedes cuando dijo aquello de «dadme un punto de apoyo y moveré el mundo»; y quizá sea por ello que Alberto pidió ese punto de apoyo en forma de mecenazgo para sacar a la luz un LP que, por calidad, es capaz de mover el mundo y lo que se le ponga encima, debajo o por delante. Porque una palanca, con la que Arquímedes se sentía capaz de mover el mundo, es una máquina que produce fuerza y desplazamiento… y eso, justamente eso, fuerza y desplazamiento, es lo que uno siente cuando escucha el maravilloso disco El mundo encima.

El nuevo álbum de Alberto Ballesteros transita entre la canción de autor más cercana al folk y el rock. Si el mundo, el planeta Tierra, está compuesto en un 70% por agua y en un 30% restante por tierra, El mundo encima debe tener una proporción parecida con un 70% de aguas de rock and roll por las que navegar, y el otro tercio de la certeza del disco se basa en la firmeza de unas buenas letras donde clavar los pies y sentirse seguro. La producción de Hector Tuya (ex integrante de la banda de rock Babylon Chat), que ya fue productor del EP Teatro Chino, es esa atmósfera que rodea al disco creando un aura colorida y suministrando a las canciones un oxígeno extra que las hacen respirar a pulmón abierto.

Son 12 temas los que componen este primer LP de Alberto Ballesteros. Primeramente, tenemos, en El mundo encima, un huracán que arrasa, con su fuerza, bosques de dudas: No nos van a reconocer. Es ésta una canción puramente rock: electricidad y batería, letra pegadiza, estribillo que invita a cualquier oyente a cantar al unísono. Un gran tema abriendo un gran disco. Fuerza y electricidad tiene también Quisiste probarlo, donde, como un cuchillo que corta el viento, una armónica atraviesa el corazón de una letra de lamentos. De largo se erige como otro buen tema rock, al igual que Charcos de barro donde una música y una estrofa llena de rabia deja lugar a un estribillo que sube al cielo como un torbellino. En Sólo tenemos el blues, uno de mis temas favoritos del disco, Alberto nos invita a viajar a ese lugar fronterizo entre la ranchera y el blues. Canciones como En la próxima vida, Otro ratito, En esta ciudad o Alguien debe de andar detrás de esto se deja paso a la letra, la voz con su sentimiento, por encima de la sonoridades propias de las músicas. Y si antes decía que Sólo tenemos el blues es uno de mis temas favoritos, tendría que añadir a esa lista de canciones preferidas el tema inicial No nos van a reconocer, así como Como quien oye llover y Caprichos de Bohemia que por letra y sonido, al más puro estilo songwritter americano, me parecen dos temas a no pasar por alto. Cerrando el disco aparece la pista titulada Tu ventana. Es, Tu Ventana, ciertamente una expresión de libertad donde asomarse, y así ver cómo se extiende, otra vez, ante uno mismo El mundo encima… porque resulta muy dificil no llegar a esta última canción y no volver a dar al play para escuchar el disco de nuevo.

Esta noche, 3 de febrero a las 21.30h, podremos disfrutar de la presentación del nuevo disco en la Sala Clamores.