Ojalá es una de las canciones más conocidas del cantautor cubano Silvio Rodríguez. Compuesta en 1969 y publicada en 1978 dentro del álbum Al final de este viaje. Es Ojalá un aluvión de imágenes sobre una melodía maravillosa, el arpegio inicial es inigualable, y aunque se han hecho muchas hipótesis sobre el significado de su letra, el mismo cantautor cubano ha explicado que él le escribió, desde el pesquero Playa Girón, la canción a un amor de su juventud: Emilia Sánchez.
Ahora que Silvio está de gira por el Estado español, he estado repasando, escuchándola por enésima vez, parte de su extensa discografía y al escuchar Ojalá me ha venido a la mente la maravillosa versión que La Vacazul hizo de la canción de Silvio en su disco En directo en el Charco del año 2007. Tenía La Vacazul un sonido especial, las distorsiones de guitarras en consonancia con la característica voz de Jairo Zavala, ahora Depedro, y consiguieron llevar a su terreno el tema Ojalá de manera majestuosa. Con Ojalá de La Vacazul sonando en mi cabeza de modo continuado, me ha venido a la mente el EP que mis paisanos burgaleses del grupo La M.O.D.A. (La Maravillosa Orquesta Del Alcohol) ha grabado hace un par de meses en los estudios barceloneses de Cal Pau. Para celebrar el quinto aniversario de la creación de la banda, La M.O.D.A. estuvieron unos días en tierras catalanas para grabar el EP Ojalá que contiene una versión del tema homónino de Silvio Rodríguez, y tres canciones del segundo disco, La primavera del invierno, del grupo de Burgos: Disolutos, Flores del mal y Los lobos. Son La M.O.D.A. descendientes de Johnny Cash, como bien se definían ellos mismos en el título de su primer disco, esto es un grupo de rock con gran influencia del folk y del country; por lo que con ese perfil musical es admirable que se atrevan a versionar un tema como el Ojalá de Silvio. Pero lo que es más admirable, la verdad es que sigo a La M.O.D.A. desde hace años y nunca dejan de sorprenderme y deleitarme con sus creaciones, es la manera tan espectacular con la que interpretan la canción jugando musicalmente, gracias sobre todo al acordeón y a la voz rota del cantante, con la melancolía y la fuerza del texto de Silvio Rodríguez.
Ojalá que las hojas no te toquen el cuerpo
cuando caigan
para que no las puedas convertir en cristal
ojalá que la lluvia deje de ser milagro
que baja por tu cuerpo
ojalá que la luna pueda salir sin ti
ojalá que la tierra no te bese los pasos
Ojalá se te acabe la mirada constante
la palabra precisa la sonrisa perfecta
ojalá pase algo que te borre de pronto
una luz cegadora un disparo de nieve
ojalá por lo menos que me lleve la muerte
para no verte tanto para no verte siempre
en todos los segundos en todas las visiones
ojalá que no pueda tocarte ni en canciones
Ojalá que la aurora no dé gritos que caigan
en mi espalda
ojalá que tu nombre se le olvide a esa voz
ojalá las paredes no retengan tu ruido
de camino cansado
ojalá que el deseo se vaya tras de ti
a tu viejo gobierno de difuntos y flores
Ojalá se te acabe la mirada constante
la palabra precisa la sonrisa perfecta
ojalá pase algo que te borre de pronto
una luz cegadora un disparo de nieve
ojalá por lo menos que me lleve la muerte
para no verte tanto para no verte siempre
en todos los segundos en todas las visiones
ojalá que no pueda tocarte ni en canciones.