Si hace unos días, debido al concierto que Gatoperro ofrecía en La Fídula el pasado 28 de enero, hablábamos del inminente lanzamiento del disco Juglar, desde este lunes 2 de febrero podemos dejar de soñar en abstracto para pensar, o más bien disfrutar, en concreto ya que el nuevo álbum de Gatoperro es una realidad y está a disposición de todos sus oyentes.
El LP Juglar está ya a la venta en Bar Calvario (C/Calvario 16, Madrid), así como en iTunes; también está disponible en Bandcamp, Spotify y Grooveshark.
Dicen que las mejores cosas pasan cuando uno está en el momento adecuado en el lugar adecuado… pero cuando eso no sucede, que uno no estaba en ese momento ni en ese lugar, sólo queda la resignada y forzada alegría de que alguien, que sí que estuvo en ese momento y lugar adecuado, te lo cuente. Y ese alguien seguramente se deje detalles por el camino imperfecto de la descripción: porque es muy dificil transformar sentimientos y sensaciones en palabras. Por suerte, para todas esas personas que nunca estuvieron en alguno de los tres conciertos que Gatoperro ofreció en Sala Juglar durante el año 2014, el disco Juglar nos va a permitir viajar en el tiempo y plantarnos al pie del escenario de la sala ubicada en Lavapiés.
El álbum Juglar es un repaso en directo, desde la sala homónima, de algunas de las canciones del trabajo Noches alegres, mañanas tristes, publicado en 2013, más algún que otro tema no editado con anterioridad. Al igual que un amplio escote o un vestido ceñido corto de falda muestran, más bien sugieren, lo que se esconde bajo la tela pero sin destapar publicamente todos los encantos de su protagonista, los nueve tracks que componen Juglar también muestran y sugieren lo que esconde Gatoperro ya no bajo su ropa sino bajo la piel: un poderoso directo. Canciones como Vida de gato, Patricia, La tormenta tropical o Doctores hacen saltar, gritar y convulsionar a cualquiera; la eléctricidad recorre las venas de las guitarras para terminar agitando al oyente, al igual que lo harían dos pechos liberándose de la cárcel de un vestido ceñido con un amplio escote y corto de falda. Y temas como Dé pájaros y cadenas y Moscú, dos letras maravillosas sobre dos buenas músicas, nos invitan a viajar hacia el ensimismamiento del placer; exactamente el mismo viaje que uno sufre cuando ese vestido ceñido con amplio escote y corto de falda cae al suelo dejando explotar el resplandor de un cuerpo desnudo. Y tras la excitación y la intimidad descubierta, sólo queda una silueta en la que recrearse; esa silueta podría ser la canción Beber que cierra el álbum y que creo que, tanto en la esencia del sonido rock que tiene como en su cuidada e irónica letra, es el tema que yo enseñaría a cualquiera que me pregunte quién es Gatoperro.
Juglar es una bandera, de vivos colores, ondeando ante el viento salvaje del rock and roll, clavada en un escenario y haciendo de ello patria. Juglar es una lista de nueve temas sonando libres y espontáneos, como una bandera, en riguroso directo. Juglar es la raza, el origen y el destino de las canciones de Gatoperro. Juglar es un escenario, y por tanto es la patria donde un artista demuestra lo que es y lo que vale. En definitiva Juglar es un trabajo que merece la pena escuchar.
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