Álbum: Todo irá bien mamá
Autor: Patricia Lázaro
Año: 2015
Si escuchó el disco Todo irá bien mamá de Patricia Lázaro mi mente inmediatamente se transporta a un viaje en coche, un auto descapotable que permita que el viento sea la razón del paisaje, por carreteras secundarias que consuman el horizonte a toda velocidad. Un trayecto por mitad de un lugar sin nombre entre el Sur y el Norte, entre el corrido y el folk norteamericano, entre el bolero y las guitarras eléctrica de los noventa, entre el desgarro del tango y la musicalidad de los estribillos pegadizos, entre Granada y el pop, entre Madrid y la canción de autor, entre la latitud donde comienzan las fronteras y la altitud donde se olvidan las etiquetas. Patricia Lázaro consigue hacerme viajar a esos sitios donde se hacen míos los déjà vu que siempre imaginé.
Todo irá bien mamá comienza con el tema Little Pat. Una canción que va creciendo según avanzan los acordes y la voz, tan singular y con esa cadencia tan especial, de Patricia Lázaro va describiendo un retrato cotidiano que se convierte en un certero disparo de autoestima en el corazón de las mañanas. El tío de la tiza, un relato de lo que pasó cuando la autora y un amigo suyo, artista como ella, ofrecían su música por las calles de Cádiz, consigue acelerar al oyente para dejarle, en la siguiente pista, Átame, reducido ante la sensualidad de una obsesión. Impresionantes son los arreglos de todo el disco, pero quizá en este tema Átame se hacen más notorios, ya que las guitarras y los metales que suenan con una pura maravilla.
El artista habla desde el yo, desde la experiencia propia, desde el eco del ombligo hacia el oído del espectador. Y así, cuando el artista tiene talento no cae en la simple enumeración de vivencias e intimidades, sino que consigue ser espejo del sentimiento del que lo escucha. En Todo irá bien, Margaritas secas o Como la gente normal uno encuentra en los relatos ajenos, que podrían ser autobiográficos de Patricia Lázaro, la reflexión propia. Esto es así tanto en la calmada, y con una musicalidad de vaivén o espiral, Todo irá bien, como en Margaritas secas y Como la gente normal que son canciones que te elevan y aceleran en su crescento musical. Las guitarras eléctricas del tema Nochevieja, con sus distorsiones que envuelven la letra, hacen de esta canción un tema telearaña que uno se para a mirar la belleza de su trenzado y cuando se quiere dar cuenta se ha enrededado entre sus nudos y ha sido devorado. Otro tema en esta línea sería desde mi punto de vista En el último trago. El divorcio y la ruptura en un canción con tintes folk que va cogiendo velocidad, fuerza y rabia, según avanza su letra.
Acaba el disco Todo irá bien mamá con los temas Hasta luego y Mamá. De Hasta luego podría hablar de su música, tan bien adaptada con violines a la voz y mensaje de Patricia, pero sólo con escuchar la frase tan genial «llegan los tipos que entienden de barcos y tú sólo entiendes de mar» me siento tan paralizado que no puedo más que, como tantas otras veces durante el disco, dejarme llevar por el poder de la imaginación. Y Mamá es simplemente una genialidad, musicalmente hablando, una vez más los arreglos son para quitarse el sombrero, y también desde un punto de vista lírico y reflexivo: «mamá yo quiero ser artista, ya tengo conmigo misma, no puedo ser mamá (…) mamá, soy existencialista, no puedo ser mamá». Mamá, insisto en la tremenda letra repleta de valoraciones tiernas y también duras sobre la maternidad, es un gran cierre para un disco que me tiene enamorado porque uno se enamora de lo inexplicable y de lo inalcanzable. Es Todo irá bien mamá un continente y un contenido, una frontera inabarcable que engulle los límites. Con este álbum de debut Patricia Lázaro se declara una apuesta segura para ser una pieza importante del panorama musical de los próximos años.
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