Hoy rescato, y enlazo, en este entrada de El corazón al viento un interesante artículo realizado por Juan Puchades para EfeEme: El oro y el fango: Podemos, nuevos tiempos y viejos himnos
Me parece una reflexión interesante darse cuenta de cómo la canción de autor está presente en nuestra vida (ya sea en un mítin político o en una manifestación como dice el artículo de Juan Puchades, o bien sea en una reunión de amigos donde alguien saca una guitarra y se calientan las voces entre copas y risas), aunque sea un género que ha sido, y es, entendido por el grueso de la población (por cierto, población contaminada en sus opiniones por unos medios bien de información musical o bien de información general) como algo anacrónico y carca. Esto lo recoge bien el autor del artículo en: <<No hay que olvidar que la canción de autor es un género maldito en nuestro país desde los años ochenta: se pasó por encima de ella sin la menor consideración, se demonizó a sus principales protagonistas y hoy no se duda en tildar a los supervivientes de progres, trasnochados, chupasubvenciones>>. Coincido con Puchades en su defensa de la música popular, ya que como bien dice él forma parte de nuestro genoma musical y cultural: <<Que conste que me parece bien, que la canción de autor forma parte de mi ADN musical, que en todas sus manifestaciones (pasadas, presentes, futuras, acústicas o eléctricas) la entiendo como un género nuestro irrenunciable, que me ha deparado enormes horas de placer y que agradezco ese desempolvar himnos despreciados por el grueso de la crítica musical y la sociedad del viaje veraniego programado, el adosado y la segunda vivienda: prefiero que se entone ‘Al vent’ que el ‘We take care our down’ springsteeniano, como hizo Syriza en Atenas celebrando su triunfo>>.
Artículo en EfeEme: http://www.efeeme.com/el-oro-y-el-fango-podemos-nuevos-tiempos-y-viejos-himnos/