Reirse ayuda a curar la depresión, el estrés y la angustia. Nos ayuda a sentirnos mejor, más confortables. Limpia y ventila los pulmones. Mejora la oxigenación el cerebro y del cuerpo en general. Regulariza el pulso cardíaco. Ayuda a trabajar al aparato digestivo y regula el intestino. Relaja los músculos tensos. Disminuye la producción de hormonas que causan el estrés. Disminuye la presión arterial de la sangre. Ayuda a quemar calorías: cuando nos reímos movemos unos 400 músculos de nuestro cuerpo. Reír 100 veces es equivalente a hacer 10 minutos de ejercicio aeróbico o hacer 15 minutos de bicicleta. Al reír se segregan endorfinas, unas drogas naturales que provocan euforia y efectos tranquilizantes y analgésicos. Se fortalecen los lazos afectivos. Se genera una mayor respuesta del sistema inmunológico ante la enfermedad. Sirve para descargar tensiones, potencia la creatividad y la imaginación. Incrementa la autoestima y la confianza en uno mismo. Es una fórmula eficaz para eliminar pensamientos y emociones negativos. Alivia el insomnio al producir una sana fatiga que el sueño repara con facilidad.
Con tantos beneficios que tiene la risa… ¿quién se puede negar a precipitarse hacia ella, hacia una carcajada continua e irresistible, y pasar un buen rato de felicidad? En otras palabras: ¿quién se puede negar a ir a ver a Riki López y que con sus canciones, con sus rimas consonantes, con su desparpajo y con sus peculiares gestos faciales nos lleve al delirio de la hilaridad?
Esta noche el autor de El busto es mío actua en la Sala Galileo Galilei de Madrid a las 21.30h. Mañana, domingo 13 de septiembre, volverá el cantautor mallorquín a divertir al público en La Huerta de Manzanares del Real. Serán éstos dos conciertos más que recomendables para este fin de semana.
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