Aunque él no lo sepa, el primer recuerdo que tengo de Ángel Petisme en relación con mi barrio fue cuando leí en su libro Poemails aquello de Puente de Galletas. Así era como el poeta se refería al Puente de Vallecas, ya que su hija pequeña lo llamaba de esa manera. Por aquel entonces yo ya vivía en Vallekas (y doy fé de ello cambiando la c por una k en la palabra Vallekas) pero aún no conocía en persona a Ángel Petisme. Indudablemente había escuchado canciones suyas por Internet, había comprado su disco Río Ebrio en algún momento de lucidez (y fue todo un acierto porque es un gran disco), y por supuesto había leído muchos de sus poemas. Aquel Puente de Galletas me hizo bastante gracia (imaginaba a la niña de Petisme diciéndolo cada vez que pasara por la boca de metro) y a la vez me provocó una gran ilusión poder sentir mi barrio en aquellos versos.
El tiempo pasó sin preguntar, porque así es como pasa el tiempo, y unos meses, quizá años, después coincidí con Ángel Petisme en un recital de poesía. Fue una de esas veces que el azar también tiene algo de azahar porque trae cosigo el aroma de un futuro en flor. Aquella tarde charlamos, reímos y le declaramos la huelga a la sed y a la noche. Al tiempo nos volvimos a encontrar en un concierto de Luis Eduardo Aute, y a partir de entonces nos hemos juntado para recitar poesía, nos hemos visto en conciertos, nos hemos mojado en la Batalla Naval de Vallekas, nos hemos saludado con el sol de la tarde y nos hemos despedido con el bajar de la verja metálica de más de un bar. Hemos paseado Vallekas, navegando por los sueños, buscando la cotidianidad y hemos pontificado de la poesía, de la política, del amor y en fin: de la vida misma. Ángel Petisme es un gran poeta, hace poco alucinaba en la web Canción con todos con la cantidad de libros que tiene publicados, y un buen cantautor siempre buscando diferentes músicas, distintos manantiales culturales de los que beber, y nunca faltando a la cita de que la letra debe ser bordada, en estilo y métrica, con el hilo de la metáfora y de la imágen. Ángel tiene una gran trayectoria artística, no hay que negar que tiene un gran peso en la creación literaria y musical de las dos últimas décadas de este país, pero a la vez es un hombre con pies de barrio, con la cercanía marcada en la sonrisa, una persona que no quiere aparentar nada ni ser más que nadie. Petisme es un poeta-cantautor con la clara convicción de que su Olimpo está a ras de suelo. BarrioAndante no es casualidad, sino que es el zumo del corazón de Ángel Petisme.
Este viernes, 6 de noviembre, se celebrará la fiesta de BarrioAndante en La Esquina del Zorro (c/Arroyo del Olivar 34), y allí estarán Ángel Petisme y Luis Farnox compartiendo poemas y canciones. Será una tarde perfecta para sumar un momento más a mi lista de recuerdos con Ángel Petisme. ¿Y qué hay entre aquel mi primer recuerdo de Ángel Petisme con respecto a mi Vallekas y este próximo que llega? Pues que no muy lejos de donde está La Esquina del Zorro vivía yo y leía los versos de Ángel Petisme. Y hay que siempre el Puente de Galletas ha estado uniendo la orilla de Ángel y la mía, los versos de Petisme y mis anhelos de lector, los pasos que ha dejado ante mis ojos y mis ganas de querer caminar. Aunque él no lo sepa.
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