Uno de los descubrimientos más interesantes que he hecho en las últimas semanas es el de encontrarme, por estos mundos virtuales, con la música de Luis Cadenas. En este verano que ahora acaba he escuchado varias veces el disco Amores de película, y me he dejado contagiar, en todas y cada una de las escuchas, de la energía y de la fuerza que éste posee. Un puñado de canciones que tienen la sensibilidad y la poesía que la canción de autor merece, y a la vez el desparpajo y el chute de adrenalina que el rock desprende por todos sus costados. Amores de película me ha traído un cierto aroma al recuerdo de cuando escuchaba las primeras veces, hace unos quince años, el disco Personal de Quique González. Y tal como me pasó entonces con el autor de Y los conserjes de noche, ahora también quiero seguirle la pista a Luis Cadenas ya que la primera impresión ha sido más que buena. Para ello buscaré sus discos anteriores y esta noche iré a verle cantar en su concierto en el Dog&Roll.
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Parece que el descubrimiento de Luis Cadenas puede ser el comienzo de una buena amistad… musical.
