Estos días atrás me reencontré con el cubano Jorge Kamankola, con quien cada vez que está de visita por Madrid intento quedar un rato para charlar y abrazarnos. Porque la verdad que uno de los placeres más inmensos de la vida es charlar con gente interesante, y más placentero aún si la conversación en algún momento versa sobre música, y también es más que verdad que otro gusto que nos da la vida es poder abrazarse con alguien que es buena persona. Uno siente que ese placer y ese gusto, como pasa cuando te bañas en el mar, primero se quedan pegados a tu piel y luego pasan a formar parte de ti como un recuerdo que justifica las certezas. Y con el salitre del abrazo y el vaivén del oleaje de la conversación con Kamankola pues me ha venido a la memoria uno de los temas más impresionantes que he escuchado en mi vida: Será mi sangre. Es una canción escrita por él, por Jorge Kamankola, y contenida en su disco Hasta precisar el aire, y es, sin duda, uno de los temas que más me emociona de toda la música que he escuchado en mi vida. También es una canción que fue grabada en uno de mis bares favoritos del mundo… el que está en la calle Huertas número 57: La Fídula. Y obviamente ese lugar sabe mucho de placeres, de gustos y de emocionar.
En La Fídula hay música en directo cada día desde que en diciembre del 2013 –concretamente el pasado día 26 se cumplió el aniversario– Daniela Risso abriera de nuevo las puertas de un local que llevaba cerrado unos meses pero que había sido referencia cultural en Madrid desde el año 1978. Es por ello, por su oferta musical y por la gente que la hace posible, que uno se ha emocionado muchas veces escuchando canciones, como por ejemplo la de Será mi sangre de Kamankola, en La Fídula y también, no sé si como consecuencia o más bien como una característica intrínseca de lo anterior, entre las cuatro paredes del local uno se encuentra siempre con buenas personas, con gente con la que apetece siempre mantener una conversación interesante mientras te tomas una cerveza y con la que necesitas darte un abrazo cuando te encuentras al entrar o te despides al salir. Se viven en La Fídula momentos cada noche que, como un baño en el mar, se quedan pegados a la piel y pasan a formar parte del recuerdo. Uno de esos momentos, más bien dos de esos momentos, fue cuando el 12 y 13 de septiembre del pasado año 2018 se grabó en el escenario de la calle Huertas 57 el disco Aniversario de La Fídula. Casi una treintena de artistas grabaron en directo para un álbum que se presenta esta noche en el mismo lugar: en La Fídula. Así que parece que podemos estar hoy, 10 de enero, ante otro de esos momentos que son como un baño en el mar. Ciertamente yo no me lo voy a perder. Ciertamente caminaré por Madrid tarareando la canción Será mi sangre de Kamankola y cuando abra la puerta del local de la calle Huertas 57, también ciertamente, veré a muchas personas con las que me apetezca charlar y abrazarme. Luego, a las 21.30h, veré el concierto que ofrecerán algunos de los artistas que participan en el disco del aniversario y que será presentado por Carlos Recio (ahora que mento al bueno de Carlos me viene a la mente esa magnífica canción Costanilla de los desamparados que está tan ligada a La Fídula).
Hoy parece que será una noche bonita en La Fídula. Como tantas otras. Como un baño en el mar. En ese mar símbolo de libertad y de felicidad. En ese mar que significa horizonte. Y es que un horizonte amplio les deseo a La Fídula, a Kamankola y a todos los que apuestan por la música para hacernos a otros sentirnos libres y felices.