Debo reconocer que en cierto modo me gustan las campañas de crowdfunding que lanzan algunos de nuestros cantautores para poder sacar adelante sus proyectos musicales. Me gustan porque significa que el artista en cuestión va a sacar un disco nuevo, lo que siempre es una buena noticia para sus seguidores. Me gustan porque normalmente los creadores hacen a sus mecenas partícipes del proceso de elaboración, grabación y edición del nuevo trabajo a base de informarles contándoles novedades y progresos. Me gusta porque uno participa en proyectos de gente de la que conoce el nombre o quizá ha escuchado alguna canción suelta por internet, y descubre cuando recibe su recompensa de mecenas a un artista a tener más que en cuenta. Me gusta porque se pueden conseguir disco físicos, sigo prefiriendo por romanticismo lo físico a lo virtual, que de otra manera sólo podrías comprar en los conciertos del artista en cuestión, que con el panorama de escasa oferta cultural de este país es posible que no visite tu ciudad.
Y si tengo que poner una pega, una gran pega, y por eso decía al principio que «me gustan en parte» es porque no me convence que el creador, que debería estar pendiente de crear y no de otras gestiones, se tenga qu encargar de buscar apoyos, mecenas, etc… Creo que debería haber un ente, o varios entes, que apoyaran económicamente a la creación y a la cultura. ¿Quién/es serían esos entes? No lo sé. Y no lo sé porque nos dicen que la famosa «industria musical» se desinfló, que las grandes discográficas (a las que no defiendo en absoluto) hicieron el agosto en sus años de oro y el capital hizo que se olvidaran de su labor social (por definirlo de alguna manera) de apostar por grabar discos de nuevos artistas y sacar adelante proyectos de artistas ya no tan principiantes. Y tampoco lo sé porque nos dicen que hay una crisis y que la gente no consume cultura como lo hacía años atrás (algo me pellizca por dentro de la piel cada vez que el verbo consumir y la palabra cultura van juntos). Y no lo sé porque las instituciones y los diferentes órganos de gobiernos, del ámbito de acción que sean, no apuestan como debieran financiando la creación de arte. No lo sé quiénes serían esos entes. Pero quizá las últimas puntadas llevaban un hilo casi transparente.
Bueno, realmente me he enrollado de mala manera reflexionando sobre el crowdfunding, porque realmente lo que quería decir es que Jorge Tylki lanza su primer LP de estudio a través de un proyecto en Verkami y que he decidido apoyarle. Lo primero porque lo que he podido escuchar de él me ha gustado. Lo segundo porque me parece que es la manera, conseguir su disco y escucharle, de seguirle la pista más de cerca y si me convence ir a verle la próxima vez que cante en Madrid. Y lo tercero porque las referencias que he tenido de él confirman las dos primeras razones. Quedan unos días y animo a los lectores del El corazón al viento a participar. Aquí el enlace.
https://www.youtube.com/watch?v=i523PGZpZP4