Álbum: Soy como puedo
Autor: Joaquín Calderón
Año: 2016
Joaquín Calderón siempre me ha parecido un artista bastante especial por varias razones. Una de esas razones sería porque es un músico que ha colaborado y ha producido los discos de algunos cantautores que admiro profundamente, como por ejemplo Carlos Chaouen o Javier Ruibal. También porque es, o al menos esa es la sensación que yo recibo, muy respetado y venerado por muchos músicos y compositores… y eso es siempre más que buena señal, claro. Y sobre todo, la razón de más peso quizá, porque con su anterior proyecto en solitario, Anfibiótico, ha demostrado ser un creador musical muy ecléptico dàndole a sus discos un sonido que me gustaría poder definir de alguna manera que no sea, pero que también sea, inusual y sorprendente. Recientemente ha sacado su último disco, Soy como puedo, que escapa en cierto modo de ese eclepticismo sonoro pero que a la vez, volviendo a la esencia intrínseca de la canción de autor de voz y guitarra (o piano), es una evolución musical muy interesante. Y esta última es una razón que suma y también multiplica a las anteriores.
Soy como puedo es un disco que no me ha dejado indiferente ya que es de un artista diferente. Me gustan las letras íntimas y costumbristas de las que se compone el disco y que se hacen emblema en canciones como Soy como puedo, Mi argumento, Un sofá para mis huesos, Mi sitio o Cansado. Me activan canciones como la poderosa, a voz y piano, Está claro o la maravillosa, y con una sonoridad pop y disco, Yo me bailo bien. De delante de mí me gusta la lluvia de sonidos que supone y la cadencia tan peculiar que tiene. Encuentro el pasaje a un paraíso artificial en el texto y la melodía de Tostada de sol, también una canción que hace lírica de la cotidianidad como prima en el disco Soy como puedo en general. Y si me quedo con alguna canción, aunque no me gustaría quedarme con una sola ya que también Soy como puedo o Yo me bailo bien insisto que han llegado a mi memoria musical para quedarse, diría que Estoy dispuesto me resume muy bien el sentimiento que he tenido muchas veces al escuchar música o simplemente al escuchar el rumor de lo que es el verbo vivir.
Como decía al principio de esta entrada el disco Soy como puedo ha sido una razón más para seguir viendo, y escuchando, a Joaquín Calderón como un músico especial y habitual de mi reproductor musical.