Tenemos estos días los ojos puestos sobre Grecia, y en concreto, como foco de la vida política, en su capital Atenas. El pulso que mantiene el gobierno heleno de Syriza y el Parlamento Europeo nos tiene en vilo a todos. El débil contra el fuerte, la lógica contra la barbarie, las ganas de cambiar las cosas contra los ánimos porque nada cambie y la vida sea para los ricos y los pobres se apropien de la miseria y de la muerte.
Estos días recordaba canciones que me transportaran a la Grecia actual, y además de acordarme de la maravillosa Canción para Dimitris de Joaquín Carbonell o Dimitris de Alejandro Martínez, y me ha venido a la cabeza, creo que viendo las fotos de las concentraciones en las calles de la capital, el tema de Luis Eduardo Aute: Atenas en llamas.
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Han pasado 5 años desde que la canción Atenas en llamas apareciera publicada en el disco Intempérie (noviembre del año 2010), y habrán pasado mucho más tiempo que ese desde el momento que Aute la compuso. Pero escuchándola estos días mientras leía la prensa me doy cuenta que podría haber sido escrita ayer, hoy o mañana. Las buenas canciones siempre tienen vigencia en el tiempo, y desgraciadamente la historia, tan cruel y deshumanizada, tiende a repetirse.
Atenas en llamas
Caía una noche de Mayo
sobre el Lykavittos,
cenábamos en tu terraza
con todos los Mitos…
Y arriba, la voz de Vasilis
desde la azotea,
hablaba, tras largos ronquidos,
con Zeus y Atenea.
Y abajo, saciando con ouzo
la sed de Dionisos,
llorábamos por las elipsis
de la Historia en los frisos
con lágrimas de ira callada
frente a la impostura
de quienes hicieron del robo
su genio y figura…
Y Atenas en llamas, y Atenas en llamas…
contra un Occidente narciso e insolente,
rompiéndose a trizas…
Atenas ardiente
a veces sueña que va a renacer
de sus cenizas.
Y, hablando, nos dio como un rapto
por la antigua Europa
que ya no va a lomos del Toro
sino de la tropa
que marcha pisando las ruinas
de la inteligencia
del mármol que está a la intemperie
de la decadencia.
Y en sueños, al cielo nos fuimos
como Prometeo
en busca del Fuego Sagrado
del Caos y el cabreo…
Y así, una Pequeña Columna
de locos y artistas
se alzaron con fuego en tu Barrio
de los Anarquistas.