Jorge Marazu cierra hoy gira en el Café Berlín de Madrid. Y no es el cierre de una gira cualquiera. No. Es el cierre de la gira del disco ESCANDINAVIA. Y he puesto el título en mayúsculas y sé que debería darle un tamaño de letra mayor con respecto al resto del texto. Y es que Escandinavia es uno de esos discos que se podrían mandar en la próxima sonda Voyager al espacio exterior. Creo que Escandinavia sería un buen reclamo para otras civilizaciones, si las hubiere, que quieran venir a conocer los avances intelectuales y artísticos de este planeta. Y me mantengo en esto último que acabo de decir aunque el otro día, preparando esta entrada, leía en un texto de prensa en ticketea que Escandinavia no tiene que ver con el disco anterior de Marazu, La colección de relojes, ni con nada humano escuchado anteriormente. Ciertamente para mí Escandinavia es un ejemplo de sensibilidad y belleza, y quiero pensar que esa es la esencia, aunque cada vez escasee más y más, del ser humano: ser sensible y buscar la belleza. Como ya dije en alguna ocasión pasada: Escandinavia es el vértice de un mapa en el que es imposible no perder el norte, la cabeza y el corazón. Un disco que podría venderse en las joyerías en lugar de en las tiendas de música. Por lo que el concierto de hoy en el Café Berlín se erige como una cita musical ineludible.
Las entradas se pueden comprar en este enlace.
Fe de erratas: hay un error en esta entrada ya que el 23 de junio no se celebraba el fin de gira de Escandinavia, sino el primer aniversario de su lanzamiento al mercado.
Pîdo disculpas a los lectores por la información errónea.