Álbum: Cicatrizando
Autor: Tontxu
Año: 2016
El tiempo todo lo cura, dicen. Hasta las peores heridas cicatrizan, dicen. Las cicatrices son el tatuaje de un recuerdo que nos acampaña por siempre, dicen. El tiempo es la conjunción de los recuerdos, dicen. El siempre hace del presente un futuro, dicen. ¿Y qué fue de Tontxu?, dicen. Se ha ido, Tontxu, de Madrid y ahora vive en la Sierra de Gata, dicen. Hace mucho que, Tontxu, no saca un disco y ya no es el cantautor que era, dicen. Ha sacado, Tontxu, un disco que se llama Cicatrizando, dicen. Tendría, Tontxu, heridas que necesitaban ser cicatrizadas en forma de canción, dicen. Las heridas. El tiempo. Cicatrices. Recuerdo. Tontxu. Pasado. Presente. Futuro. Siempre. Pues bien: Tontxu ya no es el cantautor que era, soy yo ahora el que digo eso. Tontxu no está al alto nivel compositivo que nos tenía acostumbrados, digo. Tontxu ha superado su propio nivel, no hace falta vivir del recuerdo de sus primeros discos porque Cicatrizando es uno de los mejores discos de canción de autor que he escuchado en los últimos años, digo. Con heridas o sin ellas, las cicatrices rasgan el recuerdo en la piel como las nuevas canciones de Tontxu arañan la piel por dentro, digo. Tontxu es pasado y también presente, digo. Tontxu con su Cicatrizando ha vuelto para curarnos de este tiempo, digo.
El disco Cicatrizando de Tontxu se compone de once canciones muy cuidadas musical y líricamente. Desde el primer corte del álbum, el que da titulo al disco y que cuenta con la colaboración de Carlos Chaouen, se nos viene la voz calmada de Tontxu dispuesta a hacernos escuchar las canciones y tener ese sensación, de calma y sosiego, de como si las hubieramos oído siempre pero a la vez son nuevas. Los fantasmas de su niñez, Referente y Si no es contigo, con su gran giro musical final, tienen los vahos del calor ya sentido en discos anteriores: buenas letras con la cadencia de querer contar y de saber encontrar la música que cuadra perfecta en el puzzle de la creación. La maravillosa El cambio de timón de los 70 también está en esa línea y nos lleva desde el costumbrismo al paisaje y a la reflexión política y social de este país. Cicatrizando también cuenta con temas más podríamos decir pop o también podríamos decir con una musicalidad más agresiva, como son Dominó y Mi máquina en tu vientre, ambos cuentan con los coros de Gabi Exeni. Es el último disco de Tontxu un viaje por un tiempo vital del artista, pero también un viaje geográfico porque de Argentina, y la Chacarera de Leire dedicada a la hija del artista, pasamos a Cádiz y a la sensacional, la canción que más me gusta de todo el álbum, Niña anciana que con guiños flamencos, y la voz de Javier Ruibal, nos trae la reflexión de la edad y el paso del tiempo y su mella en la senectud. La rumba la suegra es un chute de optimismo, un canto a la vida, y un tema, que pasa de la jota la rumba, alegre y precioso de Cicatrizando.
Pasan los años, cura el tiempo las heridas que siguen cicatrizando. Así dice el estribillo de la primera canción, que dista diez canciones de la última Mataría a todo el mundo en la que un Tontxu, enfadado y entrañable, hace un homenaje al gran estudioso de la canción de autor Fernando González Lucini. El tiempo todo lo cura, las heridas cicatrizan, el tiempo, el recuerdo, pasado, presente, futuro, siempre, y Tontxu. Cicatrizando es un gran disco que cierra las heridas y abre los poros de la sensibilidad en los que escuece el aire limpio de la Sierra de Gata.
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